GRADO SEXTO Y
SEPTIMO
Preparados, listos…, ¡salten!
Si todos los chinos se subieran
a una escalera de dos metros y saltasen al suelo todos al mismo tiempo,
¿podrían cambiar la órbita de la Tierra? Seguramente sería un golpe de fortuna
para los podólogos chinos. Supongo que todo el mundo escoge China cuando
formula esta pregunta porque China es el país más poblado de la Tierra, con
2.500 millones de pies potencialmente escocidos. En realidad se trata de dos
preguntas, aparte de por qué la gente que hace esta pregunta no tiene nada
mejor que hacer (es broma: es divertido preguntarse este tipo de cosas) La
primera pregunta es lo fuerte que ese salto-porrazo sería y la segunda es si
hay algún salto que pudiera cambiar la órbita de la Tierra. Es fácil calcular la
cantidad de energía de una caída gravitatoria (y no me digan que no están
cayendo porque China esté boca abajo). Suponiendo una población de 1.200
millones de chinos, con un peso medio de 68 kilogramos cada uno su salto
colectivo golpearía el suelo con una energía de 1 6 billones de joules (un
joule es simplemente una unidad de energía, no se preocupe). Esto es
aproximadamente la cantidad de energía liberada en un terremoto de tamaño medio
de 5 grados en la escala de Richter. Tales terremotos han estado ocurriendo
durante millones de años, y no hay evidencia de que hayan hecho variar la
órbita de la Tierra. Pero la energía de ningún terremoto o «saltimoto» podría
cambiar la órbita de todas formas, de modo que tanto los terremotos como las escaleras
chinas son irrelevantes. El planeta Tierra continúa girando alrededor del Sol
porque tiene una cierta cantidad de inercia, que significa que cuenta con una
cierta cantidad de masa y una cierta velocidad, porque la inercia es una
combinación de masa y velocidad Nuestro planeta sigue su curso y con él todo lo
que está adosado por la gravedad, incluidos chinos saltarines y acróbatas en
trampolines. Todos estamos en un gran paquete de masa y ningún tipo de salto
hacia arriba o hacia abajo puede cambiar la masa total de la Tierra. Ni tampoco
puede cambiar la velocidad del planeta, porque todos los chinos son
transportados por el espacio a la misma velocidad que el resto del planeta;
todos estamos en una gran nave espacial interconectada. Usted no puede cambiar
la velocidad de su coche a base de empujar en el parabrisas, ¿verdad? Ni
tampoco puede levantarlo a base de empujar sobre el techo por dentro. Podríamos
ponerlo en los términos de la tercera ley de Newton, que ya debe haber oído un
millón de veces (y volverá a oír de ella por poco que yo pueda): «Para cada
acción hay una reacción igual y opuesta». Empuje una pared de ladrillos, y la
pared devolverá el empuje. Si no lo hiciera, su mano atravesaría la pared.
Cuando los chinos aterrizan, sus pies golpean el suelo con una determinada
fuerza, pero al mismo tiempo el suelo golpea sus pies con la misma fuerza en la
dirección opuesta. De modo que a. no hay ninguna fuerza neta que pudiera
afectar el movimiento de nuestro planeta, y b. se hacen daño en los pies.
Actividad individual en el cuaderno de
ciencias naturales
1.
Responde con tus palabras, si todos
los chinos se subieran a una escalera de dos metros y saltasen al suelo todos
al mismo tiempo, ¿podrían cambiar la órbita de la Tierra?
2.
¿Por qué el texto utiliza la segunda ley de
newton? “Para cada acción hay una reacción igual